Durante más de una década CSERC y un número de otros grupos ambientalistas han participado intensamente en un plan de gestión de pasto de ganado que sienta un precedente para 51.000 acres de tierras públicas al este de Pinecrest. Hemos escrito comentarios, presentado apelaciones, pasado días incontables haciendo seguimiento de campo y cuidadosamente presentado alternativas que causan menos daño a los prados, la calidad del agua y los valores de la vida silvestre.
Varias veces hemos presentado un informe en este boletín sobre el plan de pasto para las parcelas Bell, Eagle, y Herring (BEH) – señalando nuestras frustraciones sobre años de promesas no cumplidas por el Servicio Forestal que han resultado en impactos constantes a recursos.
En las tres “parcelas de pasto” que son el foco del plan, el personal de CSERC ha fotografiado repetidamente prados, manantiales, pantanos, y áreas de arroyos que han sido demasiado pastados, pisoteados y contaminados por el ganado. Hemos presentado informes anuales de fotos al Servicio Forestal con medidas detalladas de violaciones de pasto — algunos en áreas que son designados como hábitat crítico para especies de anfibios amenazadas.También hemos encontrado que el Servicio Forestal ha fracasado constantemente cumplir con el requisito de la agencia para supervisar el uso anual de ganado en prados, controlar daños a los bancos de arroyo y seguir el pasto de sauces. Sin embargo a pesar del fracaso de la agencia seguir el pasto de ganado por mandato o impedir el daño ambiental, el “nuevo” plan de gestión propuesto para las parcelas BEH permitiría los titulares de permiso continuar con exactamente el mismo número de ganado y la misma duración de la temporada de pasto que ha producido tantos daños a recursos.
