Traducido de 'Native Turtles Return to Yosemite After Removal of Invasive Bullfrogs' por Kat Kerlin (UC Davis)
Sin ranas toro norteamericanas, las tortugas de estanque nativas aumentan en el Parque Nacional
Sidney Woodruff de UC Davis sostiene una tortuga de estanque del noroeste en un sitio de campo en Yosemite. (Cortesía de Sidney Woodruff)
La llamada de las ranas toro norteamericanas fue ensordecedora cuando los científicos de la Universidad de California, Davis, comenzaron a investigar el impacto de las ranas toro invasoras en las tortugas nativas del noroeste en el Parque Nacional de Yosemite.
“Por la noche, se podía mirar hacia el estanque y ver una constelación de ojos parpadeando hacia usted”, dijo el candidato a doctardo de UC Davis Sidney Woodruff, autor principal de un estudio que registra los efectos de la eliminación. “Su ruido de bocinas es icónico, y ahoga las llamadas de las especies nativas”.
Pero los estanques de Yosemite suenan diferentes hoy en día, con un coro de especies nativas haciéndose oír. El estudio de los investigadores, publicado en la edición de mayo de la revista Biological Conservation, encontró que a medida que el parque fue despoblado de ranas toro, las tortugas de estanque del noroeste comenzaron a regresar. El estudio sugiere que la eliminación de ranas toro invasoras puede ser necesaria en áreas de conservación prioritarias para ayudar a las poblaciones de tortugas de estanque a recuperarse.
La rana toro norteamericana es nativo del este de los Estados Unidos, pero fue introducido en el oeste. Comedores voraces con bocas grandes, sus dietas pueden incluir aves, murciélagos, roedores, tritones, serpientes, y tortugas. (National Park Service)
Un icono del oeste
La tortuga de estanque del noroeste es una de las dos especies de tortuga de estanque occidental, la otra es la tortuga de estanque del suroeste. Juntas, son las únicas tortugas nativas de agua dulce en California. Sin embargo, la tortuga de estanque occidental ha desaparecido de más de la mitad de su área de distribución, que se extiende desde Baja California hasta el estado de Washington.
Una de las mayores amenazas para la especie es la introducción de ranas toro norteamericanas, que son nativas del este de los Estados Unidos pero que fueron introducidas en el oeste, donde se aprovechan de tortugas pequeñas y jóvenes.
“Una de las razones por las que las ranas toro norteamericanas están entre las peores plagas introducidas a nivel mundial es porque comen de todo, cualquier cosa que cabe dentro su boca”, dijo el autor principal Brian Todd, profesor de UC Davis en el Departamento de Vida Silvestre, Pesca y Biología de Conservación. “Han estado causando declives a las especies nativas en todas partes donde se introducen, que está alrededor del mundo”.
Un renacuajo de rana toro norteamericana, a la izquierda, es más grande que la tortuga de estanque nativa del noroeste joven en esta foto. Las ranas toro a menudo se alimentan de tortugas nativas en el oeste de los EE. UU., lo que contribuye a su declive. (Sidney Woodruff/UC Davis)
Esta cría juvenil de tortuga de estanque del noroeste fue recolectada del estómago de una rana toro norteamericana cerca del Parque Nacional de Yosemite. (Sara Gabel)
Las tortugas regresan después de que las ranas toro se han ido
Las ranas toro norteamericanas se introdujeron en todo Yosemite en la década de 1950 y estaban bien establecidas en regiones múltiples del parque a mediados de la década de 1970. Las observaciones de campo de las ranas toro comiendo tortugas nativas sugirieron que su llegada podría ser un factor en el declive drástico de la tortuga de estanque del noroeste, pero poca investigación estaba disponible para confirmar esa teoría. Para investigar un vínculo posible, los autores realizaron un estudio de siete años para examinar el impacto de la eliminación de ranas toro en las poblaciones de tortugas nativas. Entre 2016 y 2022, monitorearon cuatro sitios en Yosemite donde persistían las tortugas nativas: dos con ranas toro y dos sin ellas.
Donde las ranas toro estaban presentes, solo quedaron tortugas grandes y mayores (demasiado grandes para caber en la boca de las ranas toro). Los investigadores incluso encontraron tortugas juveniles, junto con tritones, serpientes, aves pequeñas y roedores, en los estómagos de las ranas toro capturadas. Las tortugas eran hasta un 36% más grandes y hasta un 97% más pesadas en los sitios donde las ranas toro estaban presentes, lo que sugiere que las tortugas más jóvenes no sobreviven en los sitios compartidos con ranas toro.
Las tortugas eran de 2 a 100 veces más abundantes donde las ranas toro estaban ausentes. Fue solo después de que las ranas toro fueron casi erradicadas de los sitios en 2019 que los científicos observaron las primeras tortugas juveniles en los estanques que anteriormente contenían ranas toro.
Una cría de tortuga de estanque del noroeste en un sitio de estudio en Yosemite. (Sidney Woodruff/UC Davis)
El valor de las tortugas nativas
Las tortugas de estanque occidentales, incluidas las tortugas de estanque del noroeste, desempeñan papeles ecológicos importantes, al ciclar nutrientes y energía a través de los sistemas acuáticos mientras llevan sus vidas pacíficamente. Propuesta como una especie amenazada bajo la Ley de Especies en Peligro de Extinción, su valor intrínseco va más allá de lo legal y ecológico, dijo Todd.
“En todo el estado tenemos una tortuga nativa de agua dulce, y es la tortuga de estanque occidental”, dijo Todd. “Si desaparece, no tenemos otras tortugas de agua dulce que se supone que deben estar aquí. Es parte de nuestro patrimonio natural”.
Los autores enfatizan que la erradicación de ranas no nativas no es una solución probable para todos los lugares, pero podría tener sentido para áreas de conservación prioritarias donde el riesgo de reinvasión es bajo y donde la recuperación de tortugas nativas es más prometedora.
“A medida que la presencia de ranas toro disminuyó, empezamos a escuchar a otras ranas nativas llamando y ver salamandras nativas caminando”, dijo Woodruff sobre su trabajo de campo. “Es agradable poder volver a estos sitios y escuchar un coro de ranas nativas llamando de nuevo que antes no se habrían escuchado”.
El equipo de campo, incluidos científicos de UC Davis, camina en el área de estudio cerca del Parque Nacional de Yosemite. (Sidney Woodruff/UC Davis)
Otros coautores incluyen a Robert Grasso,del Parque Nacional de Yosemite, y Brian Halstead del Servicio Geológico de Estados Unidos.
El estudio fue financiado por Western Pond Turtle Range-wide Conservation Coalition, Yosemite Conservancy, el Servicio Geológico de Estados Unidos y el Instituto Nacional de Alimentos y Agricultura del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos.