A principios de este año, una orden ejecutiva clave de la nueva Administración ordenó al Servicio Forestal y BLM aumentar significativamente la producción de madera, y se les dijo a las agencias que revisaran o rescindieran las políticas que podrían interponerse en el camino.
Otras medidas nuevas de la Administración redujeron la protección establecida desde hace mucho tiempo para la calidad del aire y el agua. Se recortó personal de la agencia, se presionó a los empleados para que se jubilaran anticipadamente y todos los puestos de temporada no relacionados con la extinción de incendios se dejaron sin cubrir.
En los últimos meses, la mayoría del personal del Servicio Forestal en la Oficina Regional tuvo sus puestos eliminados. Algunos cambiaron a trabajos en bosques nacionales locales; otros simplemente abandonaron la agencia.
Todo esto se ha sumado a un nivel increíble de incertidumbre, donde incluso el personal federal entusiasta no puede predecir lo que vendrá después.
Especialmente alarmante, la Administración lanzó un proceso destinado a eliminar totalmente la Regla de No Acceso (Roadless Rule) que actualmente protege decenas de millones de acres de tierras federales de la construcción de caminos, tala y desarrollo.
Y sumado a todo lo anterior, el cierre federal ha dejado el Parque Yosemite, por ejemplo, con poco personal para manejar la congestión del tráfico y las multitudes de visitantes que entran gratis debido a que no hay empleados en la estación de entrada.
En respuesta, CSERC ha intensificado nuestro trabajo de campo forestal y monitoreo de vigilancia (incluso en el Parque Yosemite). Hemos incrementado nuestras encuestas de vida silvestre poco común, aumentado nuestro monitoreo de prados y realizado más días de trabajo de restauración que nunca. Estamos involucrados en todos los proyectos de tierras federales que se planean en nuestra región, haciendo todo lo posible para defender el agua, la vida silvestre y las áreas silvestres.