El verano pasado, los especialistas del escarabajo de corteza expresaron su esperanza de que el promedio de precipitaciones del invierno y primavera pasados podría limitar la expansión dramática de la muerte de coníferas en toda la región. Esa esperanza se desvaneció con la irrupción sin precedente de escarabajos que resultó en decenas de millones de árboles muertos en las elevaciones más bajas de hábitat forestal – creando zonas crudas de color roja anaranjada de coníferas muertas.
La foto de arriba muestra un grupo de pinos matados por el escarabajo en el Parque Estatal de Árboles Grandes de Calaveras. Similar a las plantaciones privadas y tierras forestales nacionales alrededor del Parque, bloques dispersos de pinos se desvanecieron y murieron, con sólo los abetos blancos (como se muestra arriba) y cedros sobreviviendo en medio de los muchos pinos muertos.
El gran pino ponderosa que se muestra a la izquierda es sólo uno de muchos árboles gigantes de viejo crecimiento que el personal de CSERC ha encontrado recientemente matados por los escarabajos de corteza en el Parque Estatal de Árboles Grandes. Los pinos más grandes y más antiguos son a menudo los árboles que son los más perjudicados durante los ataques del escarabajo, como lo demuestra en los estudios del Servicio Forestal mostrando pérdidas alarmantes de árboles de viejo crecimiento preciosos en la Sierra Nevada.
El Parque Nacional de Yosemite también sufre de la mortalidad grave de coníferas a lo largo del borde occidental del Parque e incluso en las condiciones húmedas y ricas del Valle de Yosemite. Con los números tan altos de escarabajos y ninguna solución sencilla disponible para el tratamiento, cualquier predicción de qué sostendrán el 2017 para bosques locales sigue siendo especulación.