En febrero, CSERC presentó una demanda contra el Bosque Stanislaus por no proteger prados, humedales, manantiales, y calidad de agua en arroyos. Después de dos décadas de monitoreo de campo de CSERC y de discusiones innumerables con el personal de la agencia, hubo una falta completa de capacidad de respuesta por los funcionarios Forestales. El litigio era la única estrategia que quedaba.
Como con muchas acciones legales, litigios avanzan lentamente, y ningún progreso ha sido producido hasta la fecha. A pesar de que hay una demanda contra el Servicio Forestal por su fracaso a la hora de aplicar sus propios reglamentos para proteger los recursos, esta temporada de pasto reciente dió lugar a algunas de las violaciones más flagrantes que han sido descubierto por el personal de CSERC.

El área especialmente grande de manantiales en el bosque local (arriba) fue pisoteado, sobrepastado, y degradado con estiércol depositado a través de lo que se supone que es una característica acuática especial altamente protegida.

En prados muy sobrepastados que CSERC relató al personal Forestal (tal como a la izquierda), todavía permitían a las vacas pastar en aquellos sitios degradados durante semanas por delante de la fecha normal de quitar el ganado. Incluso cuando CSERC llevó el personal del Servicio Forestal para ver personalmente sitios de pantano pisoteados y sobrepastados, todavía permitían a las vacas seguir dañando el área durante muchas semanas.
Durante la temporada larga de pasto, la bióloga de CSERC Megan Layhee llevó a cabo el muestreo de la calidad del agua de los arroyos forestales locales para detectar donde los niveles altos de bacterias patógenas excedieron los umbrales de calidad de agua del Estado. El personal de CSERC tomó 114 muestras en 10 arroyos forestales y las trajó a un laboratorio certificado e independiente para ser probadas. También tomamos 21 muestras en los sitios de arroyo de las faldas de montaña. Este programa de evaluación de la calidad del agua fue una gran cantidad de trabajo de campo por Megan, con la ayuda del resto del personal de CSERC. Los resultados del laboratorio mostraron que cinco arroyos forestales tenían infracciones debido a sus niveles excesivos de bacterias patógenas. La presencia de ganado estaba altamente asociada con los sitios donde el agua de arroyo estaba significativamente contaminada.

