Frustrado por la observación de los excrementos del ganado depositados a lo largo de arroyos en el bosque local, la bióloga de CSERC Lindsey Myers se puso en contacto con el personal de la Junta Estatal de Agua en 2009.
Siguiendo procedimientos estatales, estableció un plan de supervisión detallada y cumplió con todos los protocolos de estudio. Comenzó muchos años de muestreo de los arroyos forestales locales por los biólogos de CSERC, con todas las muestras cuidadosamente transportadas a un laboratorio independiente que analizó las muestras y documentó los resultados.
Esos estudios de la calidad de agua produjeron pruebas fuertes de que los arroyos fueron contaminados por coliformes fecales y e. coli. Antes de la llegada del ganado al bosque para pastar cada temporada de verano, agua de arroyos fue generalmente de buena calidad. Pero una vez que se permitió el ganado estar presentes durante mucho tiempo, la cuenta de coliformes fecales en muestras de agua se elevó rápidamente a niveles inseguros para contacto recreativo por los visitantes del bosque.
Lindsey coordinó con otros especialistas para producir dos artículos científicos publicados en revistas como estudios revisados por pares. CSERC dio copias a la Junta de Agua de esos estudios con sus pruebas de contaminación de coliformes fecales de seis arroyos de bosque. Después de años de revisión de la agencia de todos los datos disponibles, la Junta de Agua Regional del Valle Central este año propuso que esos seis arroyos dentro del Bosque Stanislaus deben añadirse a la lista 303(d) de aguas deterioradas. Esta designación propuesta se basó principalmente en los años de muestreos detallados por Lindsey y otros biólogos que ayudaron con las pruebas de calidad de agua de los arroyos.
No es sorprendente que la oferta de la Junta de Agua de poner los arroyos en la lista causó mucha oposición de los intereses a favor del pasto de ganado. Por lo visto temen que si estos arroyos terminan siendo designados como deteriorados debido a los datos de prueba de CSERC, otros arroyos que probablemente tendrán niveles excesivos de bacterias patógenas también pueden ser designados como deteriorados en el futuro. Una designación así podría obligar el Servicio Forestal a restringir la presencia del ganado a lo largo de segmentos de arroyos con violaciones probadas de las normas de seguridad de la calidad del agua. Cuando este boletín va a la prensa, la presión política intensa está siendo aplicada para oponerse a la oferta de poner los seis arroyos en la lista. ¡Siga en sintonía!

