El personal de CSERC erige cámaras de vida silvestre a gran altitud en busca del zorro rojo de la Sierra Nevada raro

      Estábamos emocionados cuando el Servicio Forestal contactó a nuestro Centro para solicitar que erigimos cámaras de vida silvestre, con el objetivo de capturar fotos del zorro rojo de la Sierra Nevada esquivo. Este subespecie de zorro es uno de los mamíferos raros en nuestra región, con sólo dos poblaciones de California que constan de menos de 50 individuos. Conocidos a naturalistas tempranos como "la criatura silvestre más silvestre", estos zorros prefieren hábitat montañoso remoto en o por encima del límite de vegetación arbórea.

A las 7 a.m., empacamos pollo crudo, Gusto (un almizcle viscoso de mofesta que le hace sentir náuseas de 5 pies de distancia), y nuestras cámaras. Manejamos en un camino de tierra con hielo y ruteado, atravesando un valle sombreado por crestas montañosas.

De una distancia, pudimos ver algunos sitios de cámaras potenciales en lo alto de las laderas. Estábamos buscando árboles cerca de la cima de la cresta y las zonas donde el paisaje se canalizaría vida silvestre más allá del cebo.

      El límite de vegetación arbórea no parece mucho, hasta que nos encontramos a medio camino arriba, equilibrando en superficies resbaladizas de grava volcánica que constantemente amenazó resbalarnos sobre el saliente. Nuestros bastones apenas nos ha permitido mantener el pie y a revolver entre parches escasos de arbustos. Afortunadamente, hemos sido premiados cerca de la parte superior por encontrar un sitio con guaridas potenciales de zorro, rutas de caza, coníferas grandes de viejo crecimiento y una vista espectacular.

      Ajustando las cámaras fue otro desafío - porque cada cámara no se mantendrá durante el invierno; no podremos corregir ningún error de colocación. Atamos las cámaras tan altas como pudimos alcanzar en coníferas robustas, para mantenerlos fuera de la nieve. No hay decepción como recuperar una cámara en primavera, emocionado de ver fotos de vida silvestre rara, sólo para encontrar 1.000 fotos de deshielo y recongelación de nieve en la lente de la cámara. Del mismo modo, no querrá fotos interminables de ramas de arból moviendo en el viento. Pasamos un rato en nuestras puntas de pie, enderezando las cámaras y estabilizándolas con ramitas para evitar que se muevan bajo la nieve pesada. Entonces nos aseguramos de que el cebo oloroso estuviera dentro de la vista de la cámara con varias fotos de prueba.

      El proceso fue largo, pero cuando nos dirigimos de vuelta a la oficina, nos sentimos como nuestras cámaras podrían resistir el mal tiempo y estar listo para fotografiar las pocas especies que habitan el terreno nevado, de alta altitud. ¡En primavera, veremos si alguno de los zorros rojos de la Sierra Nevada visitó las estaciones!